lunes, 8 de junio de 2020

CUATRO MIL TREINTA Y SEIS









Humildemente reconozco que he empezado a divertirme con al Banco Santander y eso que ya estaba al borde de un ingreso en Zamudio por lo menos. pero cuando a la segunda llamada al teléfono principal del Banco Santander de Madrid, no solo han cogido el teléfono sino que me han tratado de tu, he comprendido que algo había cambiado, mis toques de atención han surtido efecto.
La encantadora chica que me ha atendido ha respondido a mi preguntas sin complejos.
Para empezar ha dicho que tienen orden de darme prioridad y atenderme la primera en detrimento de los que esperan.
Al preguntarle, extrañada, a qué se debía el tuteo, se ha disculpado:

Lo siento doña Blanca

A lo que he respondido que simplemente me ha sorprendido el cambio y me ha dicho que han recibido la orden de tutear a los clientes.
Me pregunto qué les parecerá a algunos, no creo que a mis hermanos, sin ir más lejos les guste la idea, a veces no es fácil acertar, mejor hablar en inglés y así no hay confusiones.
No he solucionado nada pero me he tranquilizado y será cuestión de darle otro aviso a Ana Botín a la que ya le había dado un toque en Instagram cuando nadie me cogía los teléfonos y mis nervios estaban a punto de estallar.
Seguiré practicando la paciencia y comprobando una vez más que:

¡SI SE PUEDE!

como decía el hijo de Marcelo Expósito de quien no sé nada desde que no está en el Paralmento.




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¡Ay que risa Marisa!
Me acaba de llegar un tarjeta oro del Banco Santander.
















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