sábado, 8 de diciembre de 2018

DOS MIL QUINIENTOS SETENTA Y SEIS







Cada día estoy más contenta de los amigos que tengo en facebook y de lo que aprendo y comparto con ellos.
Cuando veo cosas que no me interesan absolutamente nada, oculto al autor para no ver lo que publica durante treinta días y si algo me molesta, le bloqueo sin el menor reparo.
No quiero ver nada que hiera mi sensibilidad.
A veces me pregunto si no sería maravilloso quedarme solo con amigos que todo lo que publican esté relacionado con mis intereses más profundos, pero luego me doy cuenta de que me gusta estar informada y solo en facebook, a través de gente valiente y cosmopolita puedo, sin moverme de casa, saber lo que ocurre en el planeta que habito.
Ya sé que no me entero de todo ni mucho menos, pero me llega bastante más información que si me limitara a leer la prensa española.
Me gusta saber.
El conocimiento es lo que me interesa por encima de todo, no obstante también me complace estar informada.
Veo poco la televisión, prefiero escuchar la radio y de todo lo que voy probando, echo en falta la pluralidad de ideologías.
Todo lo que me llega está demasiado compacto. 
Me gustaría que hubiera muchas más formas de pensar, ideas que me sorprendieran, que no se notara esa especie de miedo a decir lo que de verdad pensamos. 

Yo reconozco que no soy capaz de decir lo que pienso, soy cobarde, me escondo detrás de mi máscara.







No hay comentarios:

Publicar un comentario