sábado, 3 de noviembre de 2018

DOS MIL QUINIENTOS CUARENTA Y CINCO








Entusiasmada con el libro de Murakami “De qué hablo cuando hablo de escribir”.
Este Murakami humilde, hablando desde su propia experiencia como escritor y ser humano, me complace más que otras de sus obras que, aunque no me han disgustado me han parecido un poco pretenciosas.
No solo disfruto sino que además aprendo y comprendo un poco más lo que significa escribir.
No cita a mucha gente, no obstante cuando lo hace, elige a conciencia.
Me ha llamado la atención de una manera especial y me ha animado, lo que dijo en una ocasión el poeta polaco Zbigniew Herbert *

¨Para llegar a la fuente hay que nadar siempre contra la corriente. Todo lo que se deja arrastrar río abajo no es más que un desperdicio".

Deduzco que esta metáfora se puede aplicar a diferentes terrenos.
Incluso me la puedo adjudicar a mi propia vida.

Sus consejos para conseguir escribir algo que encandile al lector, aparte del principal, que no por sabido deja de ser imprescindible, es leer.
Leer todo el tiempo, vivir con un libro entre las manos, leer de todo, incluso best selles si nos apetece, pero leer, leer y leer.

Por lo demás, tener un estilo propio, que con el tiempo debe superarse y ser original siempre.
Ser original es tan esencial que debe convertirse en algo constante.

Tal vez visto de una manera tan sencilla como yo lo he escrito no se entienda bien, pero Murakami lo razona de tal modo que resulta convincente.

Pienso que este libro es una lectura necesaria para una persona que quiera escribir, aunque solo sea para contar algo sin importancia y publicarlo en Facebook sin que resulte aburrido.



* En 1962 publica el ensayo que lo haría famoso en todo el mundo, Un bárbaro en el jardín (Barbarzyńca w ogrodzie).










No hay comentarios:

Publicar un comentario