miércoles, 28 de noviembre de 2018

DOS MIL QUINIENTOS SESENTA Y SEIS







De repente, sin esperar nada, me han llegado dos sorpresas relacionadas con mi anterior dedicación a la pintura, que han expandido mi corazón.
Tan solo son la consecuencia de trabajos realizados hace tiempo que, de repente han tomado vigencia.

El primero se refiere al Homenaje a Oteiza:
Consta de trece cuadros de pequeño formato relacionados con los apóstoles de Aránzazu.
Los han colgado en el museu d’Art Brut de Barcelona.
Todas las gestiones han sido realizadas por internet. No conozco el museo, por lo que ni siquiera sé cómo están colgados, solo pedí que estuvieran todos juntos, ya que aunque son trece no deben separarse. 
Ahora tengo que escribir un texto para decir quien soy y el motivo del homenaje.
Veré la pieza cuando vaya a Barcelona.

Por otro lado, mañana se inaugura en Vitoria Inmersiones 2018, algo referente a Brujas.
Hace tiempo pinté la serie Akelarre que constaba de once cuadros redondos, representando a las brujas que he conocido a lo largo de mi vida. 
Nunca han estado expuestos.
Hice una performance que grabé en video, la publiqué en YouTube y me la quitaron con todos los demás. 
Encontré un making of que no es ninguna maravilla pero es lo único que se adapta a lo que pedían en Inmersiones donde no habrá obra material, solo digital y ponencias.


No voy a negar que me gustaría ver la reacción de la gente cuando se proyecte mi video, pero no tanto como para hacer el esfuerzo de ir a Vitoria. 








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