Ayer vi “El árbol de la sangre” de Julio Medem.
No puedo decir que no me gustara porque estuve entretenida y absorta sin poder dejar de mirar a la pantalla.
Es una película bien hecha, cuidada, actores excelentes y desde el principio se nota que es de autor, pero la verdad es que resulta excesiva.
Empezando por el metraje que podría reducirse muchísimo y siguiendo por la cantidad de historias y personajes entremezclados, truculentos y difíciles de seguir.
Salí con dolor de cabeza.
Después de haber visto “La buena esposa” tan medida y breve, la de Medem me superó.
Se me han quitado las ganas que tenía de tragarme todos los estrenos que me he perdido las últimas semanas.
Mejor, así me quedo en mi casa tranquila viendo las series que me han recomendado.
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