viernes, 2 de noviembre de 2018

DOS MIL QUINIENTOS CUARENTA Y CUATRO








Tras un molesto y largo periodo de intentar cuidarme y salir de casa lo menos posible para que no se agrave mi gripe, hoy, finalmente, siento que la vida ha vuelto a mi cuerpo.
Estoy encantada, no hay nada como la salud.

Viendo uno de mis programas favoritos “Dias de cine” en la 2, me he dado cuenta de que he echado en falta no haber podido ir al cine. 
Ayer pensé que era el momento de hacerlo pero me entró un ataque de tos y comprendí que todavía tenía que esperar. 

Me gusta ver cine en casa, no me quejo de tener esa oportunidad pero más todavía, me gusta ver películas de estreno en un cine oscuro para lo cual me someto a un horario concreto, salgo,  pago mi entrada y me uno a un grupo de personas que han querido emplear un tiempo de su vida en lo mismo que yo.
Es algo mágico.

Deseo ver Bohemian Rhapsody, la historía de Freddy Mercury, cuya música tanto me ha ayudado a lo largo de mi vida.

Espero poderlo hacer este fin de semana.








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