viernes, 15 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y UNO









Entusiasmada leyendo a Coetzee.
Todo comenzó un día que había terminado el libro que estaba leyendo en Kindle, método poco agradable y me dediqué a investigar en la biblioteca de mi hijo Jaime que es un lector empedernido.
Me llamó la atención una novela en la que nunca me había fijado.
Al ver que el autor había ganado el Nobel en al año 2003 me lo llevé a mi cuarto y desde la primera página me gustó.
Se llama "Desgracia".
Lo comenté con Rita Molina que también va al taller de Escritura y se ofreció a dejarme los cinco libros que ella tenía del mismo autor a quién había leído hace tiempo.
Inmediatamente acepté y quedé con ella para que me pasara todos esa misma tarde.
Tuve la mala suerte de que el primero que tuve entre mis manos "Verano" consistía en entrevistas de un estilo diferente al libro que tanto me había gustado y además, en la mitad me encontré un marca páginas que daba a entender que alguien lo había dejado ahí, lo cual me desanimó más todavía.
A pesar de todo seguí leyendo pero no lo terminé.
Estuve varios días sin atreverme a coger otro libro de Coetzee, hasta que ayer o antes de ayer me decidí sin demasiadas ganas a meter la mano en la bolsa en la que estaban los libros de Rita y elegí casi al azar "Juventud".
Desde el principio me cautivó y ya casi lo he terminado.
No solo está muy bien escrito sino que es entretenido y habla de poetas a los que conozco y que me encantan.
Una gozada.








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