viernes, 8 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y CUATRO










Podría ponerme furiosa si quisiera porque no me faltan motivos pero no me da la gana.
Prefiero mantener la calma y disfrutar de cada momento de mi vida.
Poco a poco voy aprendiendo a aceptar lo que viene y a poner en práctica lo que sé.
Hoy he tenido consulta con la hematóloga que me atendió al empezar el hospital de día.
Aquella vez me acompañó Beatriz y la doctora dijo que tenía que tomar quimio durante un mes y luego descansar y así tres veces.
Empecé, era espantoso pero como no me quedaba más remedio lo hice dos veces protestando lo menos posible.
Se suponía que esta semana terminaba el segundo mes de descanso y que ya solo me quedaba un mes de quimio.
No ha sido así, sino que me han añadido otro ciclo más, no porque tuviera un problema o porque mi salud lo requiriera sino porque la doctora se equivocó debido a que el programa que muestra el ordenador "no es amable" (sic)
La verdad es que no me lo podía creer.
Me había hecho demasiadas ilusiones.
He dejado ver que Beatriz estaba presente para que conste que yo no inventé nada.
Ha sido un golpe duro pero lo mejor de todo es lo bien que estoy respondiendo.
Estoy tranquila.
Todos los días paso por diferentes estados de ánimo que en la superficie van cambiando.
Así que mejor me engancho a la paz que hay en mi interior que es inmutable.







1 comentario:

  1. Lo siento mucho, Blanca. Soy amigo de Mattin y te leo casi a diario. Un abrazo y mucho ánimo.

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