Era mi intención escribir sobre la idea que tengo de autoconfinarme todavía durante una temporada, ya que no me fío de nadie, no veo la coherencia en que de repente podamos salir como si ya no hubiera peligro de contagio, no me lo explico.
Lo que me ha impulsado a contarlo sin esperar ni diez minutos es lo que ha publicado Peru Ortiz de Mendibil en Facebook.
Desconozco su dirección pero sé que vive en Las Arenas y estaba sorprendido de ver desde su ventana la cantidad de gente que se agrupaba y charlaba despreocupadamente sin mascarilla ni protección de ningún tipo, se tocaban, tosían, reían, hacían todo lo que les apetecía como si hubieran olvidado el peligro que corrían.
Reconozco que estoy en otra línea de pensamiento.
Mi situación es de alto riesgo, soy muy consciente de lo que eso significa y no deseo por nada del mundo contagiarme y enfermar de la Covid 19, no quiero pasarlo mal ni cinco segundos, no quiero salir de mi casa, no quiero que me ingresen en un hospital, no quiero morirme todavía si puedo evitarlo.
Dado que estoy pendiente de los resultados de los análisis de médula y sangre que me extrajeron hace poco, tenía una cita para ir a Cruces el lunes día cuatro, pasado mañana, pero ayer me llamaron para decirme que el hematólogo me telefoneará el lunes a lo largo de la mañana, por lo que así evito salir de casa.
Mis hijos mayores con los que convivo, también son conscientes de mi situación y de que no deben estar cerca de mí, por lo que evitamos vernos dentro de casa.
Ellos han empezado a salir pero, gracias a Dios, no son unos insustanciales por lo que confío en ellos, además de que están casi seguros de que las gripes que ambos tuvieron antes de que empezara el confinamiento eran Covid 19, por lo que se supone que son inmunes, mas yo no las tengo todas conmigo.
No sé cómo se desarrollarán los acontecimientos, haré lo que me parezca conveniente de acuerdo con la seguridad que me ofrezca lo que suceda de ahora en adelante.
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