jueves, 17 de marzo de 2022

CUATRO MIL QUINIENTOS CUARENTA Y TRES

 





Hay momentos en la vida en que parece que todo se tambalea, no obstante, todo cambia, fluctúa, solo La Paz interior es permanente, no se mueve, siempre quieta, nos mantiene y Prem Rawat dice que mientras estamos conectados con esa paz que es infinita y eterna, avanzamos, no perdemos el tiempo.

Creo que es la primera vez que he comprendido que aunque los asuntos del mundo exterior no se presenten amables, no tenemos por qué preocuparnos sino seguir en la conexión, en el conocimiento de uno mismo que es la realidad.

La realidad es lo que no tiene principio ni fin.

Noto que cada vez las cosas externas van mas deprisa, tanto las buenas como las demás, de hecho hasta el coronavirus ha bajado e incluso la guerra de Ucrania está dando señales de que no es lo que esperaba Putin, por lo que hay esperanza. 

Me alegro de haber aprendido a vivir en el ahora porque no es fácil, solo con la práctica se consigue y es lo único que tenemos, el presente, llamado así porque es el regalo del Creador.

Doy gracias a Prem Rawat por todo lo que me enseña y me ayuda a vivir, ya que antes de ser su estudiante no sabía nada de nada, estaba perdida, no tenía a qué agarrarme, me tambaleaba, ahora tengo un ancla que me mantiene en mi sitio y aunque de vez en cuando se tambalee, sé que me está sujetando y eso hace que siempre me sienta segura.




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