sábado, 19 de marzo de 2022

CUATRO MIL QUINIENTOS CUARENTA Y CINCO

 





No podía seguir viviendo con la preocupación que tenía con la portada del libro que me han hecho en Triunfa con tu libro porque es ajena por completo a mi estilo, jamás podría identificarme con ella, así que le he escrito a Pedro que es el maquetador y le he dicho la verdad, que le mandé el video de los toldos de San Sebastián porque pintaba muchos cuadros con ese tema y todo el mundo cuando los ve me identifica con ellos y a mí me encantan las rayas azules y blancas.

Espero no haberle herido su sensibilidad demasiado, esas cosas por encargo son espantosas, yo nunca quise pintar por encargo, es horroroso, nunca se quedan contentos.

Le he vuelto a mandar un mail con la foto del cuadro que está expuesto en el museo San Telmo de San Sebastián que es un Homenaje a Daniel Buren, uno de mis pintores favoritos que también pinta rayas. 

Es como si todo coincidiera, las rayas azules y blancas y mi libro cuya historia basada en hechos reales transcurre en San Sebastián. me he quedado más tranquila, ya no le doy más vueltas, si Pedro se empeña en lo que él ha dibujado me aguantaré, pero no podía seguir con esa pesadilla. 

Es como cuando me comprometo con alguien y de repente me doy cuenta de que no tengo ganas de hacerlo, llamo por teléfono y cancelo la cita y me siento como nueva, a veces me ha pasado con el dentista y con otros asuntos.

Esta vez ha sido con algo de lo que desconozco las reglas, espero ir aprendiendo poco a poco, es lo que tenemos los pintores que estamos acostumbrados a hacer las cosas a nuestra manera y nos cuesta el trabajo en equipo y aunque yo he hecho y hago mucho voluntariado hay cosas que las tengo más claras, sobre todo lo referente a la estética.




No hay comentarios:

Publicar un comentario