miércoles, 10 de octubre de 2018

DOS MIL QUINIENTOS TREINTA Y UNO








El diarismo actual, en el que me incluyo, poco tiene que ver con los diarios a los que se refiere Anna Caballé. 
Me refiero a lo que cuenta en su libro “Pasé la mañana escribiendo” galardonado con el premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos 2015, en el que hace un repaso de los diarios españoles desde el comienzo hasta nuestros días, intentando dejar constancia de la actitud provocadora que llevan consigo.

Movida por la experiencia de mi propio diario constato que gracias a internet y a las redes sociales, el término diario puede ampliarse y alcanzar tantos datos del diarista que podría convertirse en una biografía.
Insisto, hablo del proyecto en el que yo estoy inmersa.
Trabajé como pintora desde que terminé la carrera de Bellas Artes en la UPV pintando y exponiendo, hasta que en el año 2008 me rompí la pierna y al quedarme inmobilizada, me incliné por el ordenador como único utensilio de trabajo.

Así empecé a acumular el material con el que podría organizar una autobiografía en la que se vería una trayectoria de mi vida bastante completa, ya que lo primero que hice al volver de California en donde aprendí a manejar un ordenador, año 1996, fue comprarme un iMac y lo segundo ir a una academia de Las Arenas, Getxo, para aprender a hacer mi propia web.
En aquellos tiempos no había las facilidades que existen hoy, por lo que tuve que aprender a escribir con código.
Tan decidida estaba a ser yo misma quien hiciera mi web que nada podía echarme para atrás, por lo que todas las tardes las pasaba en la academia intentando resolver lo que para mí era un jeroglífico indescifrable.
No obstante, lo conseguí.
Aquella web que todavía conservo, ya es de por sí una pequeña autobiografía, no está enfocada en la venta de cuadros sino en darme a conocer.

A partir de ahí seguí tomando clases de informática en las que iba aprendiendo a darme cuenta de que el ordenador era simplemente una herramienta diferente para comunicarme, lo cual, en definitiva, era y sigue siendo, lo que de verdad me interesa.









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