martes, 7 de febrero de 2017

CIENTO OCHENTA Y DOS







He de confesar que, a pesar de que me encanta la fotografía y que me gustaría hace buenas fotos además de bonitas, soy incapaz de interesarme por la técnica.
Cuando veo las fotos de Mappelthorpe en blanco y negro con esos contrastes entre la luz y la sombra que tanto me inspiran, sé que con una buena cámara y la técnica adecuada se pueden conseguir, mas yo en ese terreno tiré la toalla en el primer cursillo al que asisití, por lo que siempre he querido tener cámaras automáticas.
Es más, desde que supe que el iPhone 6 plus, era lo bastante bueno para tomar fotos decentes, decidí que eso es lo que yo deseaba por encima de todo, es decir, estar siempre preparada para que en cualquier momento, sin haberlo planeado, pudiera sacar mi cámara y hacer fotos.
No aspiro a ser una buena fotógrafa, me conformo con hacer fotos bonitas de lo que me llama la atención.

Cuando mis hijos eran pequeños les hacía fotos todo el tiempo.
Ellos solos sabían componerse y nunca oponían resistencia .
Ahora que son mayores les cuesta, temen que las publique en FB.
Me tienen miedo.

Tal vez sea porque su padre les dijo que yo era peligrosa.
No sé a qué se refería.
Posiblemente lo dijera porque soy indiscreta e incapaz de guardar un secreto.

Si alguien me dice:

Te voy a contar una cosa que te va a interesar, si me prometes que no se lo vas a contar a nadie.

Yo contesto:

No, no me comprometo, no me gusta tener que estar pensando en lo que puedo decir y viceversa, me resulta una carga demasiado pesada, quiero sentirme libre.

Hay gente que está deseando contarme cosas y casi parece que molesta que yo no quiera escucharlas e insisten:

Es algo que te va a encantar lo que pasa es que no quieren que se sepa.

No, no, deja, no me interesa.

Pues te advierto que es bonito y no tiene nada de malo.

Deja, deja, que yo soy muy indiscreta, mejor que no me lo cuentes.

Pero es que…


Y yo me quedo pensando:

Si no se puede contar ¿por qué tu tienes tanto interés en contármelo?


Una vez que Beatriz me propuso contarme algo con la condición de no contárselo a nadie, como tengo mucha confianza con ella, le contesté lo siguiente:

O sea, ¿que tu te vas a dar el gustazo de contármelo y yo me voy a tener que callar?
¡Ni hablar del peluquín!




No hay comentarios:

Publicar un comentario