sábado, 12 de junio de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS CATORCE

 





Por fin ayer pude ver algunos programas de Scott y Milá.

Me gusta Mercedes Milá y no conseguía ver donde estaba trabajando ahora, así que se lo pregunté por Instagram y me contestó que en Movistar, me organicé para tener acceso a esa plataforma y conseguí ver dos de sus actuales programas que me encantaron, uno estaba relacionado con la sexualidad femenina y otro con la felicidad de vivir en el campo, ambos no solo me entretuvieron sino que aprendí muchas cosas interesantes que ni imaginaba que existieran.

Es muy agradable la sensación de naturalidad que trasmite Mercedes Milá, además como pertenece a mi generación ambas estamos in albis en los mismos terrenos, hemos recibido una educación con tantas lagunas que por mucho que después hayamos tratado de recuperar el tiempo perdido y corregir los errores, para algunas asignaturas ya es demasiado tarde, intentaré que no le pase algo parecido a mi nieta que acaba de cumplir once años y sabe mucho más de todo que yo.

Respecto a la vida en el campo no pongo en duda de que puede resultar muy placentero, sin embargo yo me encuentro a gusto en en piso en el que todo funciona y casi no tengo que hacer nada.

Por otro lado, debido a mi actual circunstancia física, una rodilla maltrecha que me duele y me impide caminar con soltura, la vida en la ciudad me resultaría imposible porque cuando voy a Bilbao, aunque disfruto, me resulta muy incómodo y peligroso andar entre tanta gente que ocupa toda la acera y va muy deprisa.

Yo vivo en un lugar residencial, apartado de las tiendas y solo vienen por aquí los que pasean a sus perros.

Yo voy en coche a todas partes y siempre tengo en cuenta que se pueda aparcar con facilidad.

No sé cómo serán el resto de los programas de Mercedes Milá, de momento estoy deseando que me llegue la hora de volver a sentarme tranquilamente y acceder a los mundos que ella enseña.






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