viernes, 26 de febrero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS CINCUENTA

 





Desde que conocí el higienismo* hace más de cuarenta años, he estado siempre cerca de las medicinas alternativas con mayor o menor éxito, aunque al final casi siempre he recurrido a la medicina alopática.

Cuando me diagnosticaron leucemia me entregué sin dudarlo a los hematólogos de la medicina convencional y puse mi vida en sus manos, utilizaban métodos muy duros, ni por un momento dudé en aceptarlos y todavía estoy bajo su manto protector, tengo terminantemente prohibido tomar cualquier medicina, tanto natural como química que no me la hayan recetado en Cruces.

Por primera vez en mi vida me he puesto la vacuna de la gripe, ya van dos veces y no he tenido un simple catarro en estos dos años, lo que es de agradecer porque antes no pasaba un invierno sin tener un incómodo resfriado.

Hoy he hablado con una amiga que ha querido convencerme de que la pandemia no es tal cosa sino un plan premeditado al que llama plandemia y no sigo porque ya todos sabemos que existen conspiraciones, de hecho ella está tomando el famoso CDS de Andreas Kalcker y se encuentra de maravilla, anda doce kilómetros al día sin cansarse y prepara la cena a sus hermanos.

Norma, la chica boliviana que viene a trabajar a casa está con una energía extraordinaria, siempre ha hecho bien las cosas pero lo de ahora es algo que se sale de lo habitual, debido según ella al hierro que le meten por la vena en el santo hospital civil de Basurto para combatir la anemia.

Reconozco que me dan cierta envidia, yo no me quejo porque me consta que he salido de una enfermedad muy seria, suficiente motivo para estar contenta por el hecho de estar viva, no obstante me encantaría encontrarme con esa fuerza que se tiene cuando la salud es potente.

Casi me alegro de no tener ni siquiera la posibilidad de plantearme tomar el CDS porque ya en su día, hace tiempo se puso de moda el MMS, inventado por los mismos que han lanzado el CDS y lo tomé, porque soy una colgueta y no guardo buen recuerdo de esa experiencia, prefiero seguir haciendo el esfuerzo de cuidarme de la mejor manera posible y ponerme la vacuna en cuanto me llamen para hacerlo.




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