martes, 21 de agosto de 2018

DOS MIL TRESCIENTOS DOS







Parece que los consejos del doctor Eneko Landaburu Pitarque están causando pánico entre mis seguidores.
No me extraña.
Yo creo que después de quince días tratando el tema del gluten como el peor veneno actual y causa de todas las enfermedades autoinmunes, inflamaciones, infecciones, fatiga crónica, intestino irritable y muchas más que prefiero no recordar, se van a tener que acostumbrar a escucharme y a la larga, dejarán de tomar gluten como yo ya lo he hecho.

He aprendido tanto con Eneko y con la dedicación a escuchar mi cuerpo durante el tiempo pasado en la casa de reposo y de momento en la mía propia, que a pesar de que desde que llegué me encuentro bastante regular no me preocupo, porque sé que me estoy limpiando y sacando toda la porquería de los fármacos que he estado tomando desde hace cuatro años.
Hacía tiempo que no hacía una desintoxicación y había olvidado lo duro que resulta.

Hoy, no obstante, me encuentro mejor.
He dormido bien y eso es maravilloso.

La ventaja que tiene haber llegado a mi edad, es que puedo dedicarme a descansar todo el tiempo que lo necesite y ni siquiera necesito abrir la puerta si tocan el timbre.

Mientras estoy en la cama con la persiana bajada y los ojos cerrados, mi cuerpo se dedica a poner orden en todos los asuntos que necesitan un ajuste.
Si el aparato digestivo no tiene trabajo, mi cerebro da órdenes para que mis células arreglen otros entuertos.













No hay comentarios:

Publicar un comentario