martes, 13 de septiembre de 2022

CUATRO MIL SEISCIENTOS SETENTA Y TRES

 




Ya ha terminado la semana australiana, ha sido maravilloso, importante y profundo.

Escuchar a Prem Rawat dos veces al día directamente, aunque no haya sido presencial como cuando yo estaba allí, resulta muy poderoso. 

El primer día estaba tan hecha pedazos que cuando llegó la noche me sentía muy cansada, agotada, contenta pero sin fuerza, solo iba notando cómo las piezas de mi cuerpo se iban juntando, se encajaban y empecé a sentirme mucho mejor, sobre todo muy contenta porque ya había notado que necesitaba ser reconfortada, y Prem Rawat es la persona adecuada para ponerme en mi sitio.

Pasé una noche rara, despertándome de vez en cuando pero con un sentimiento precioso y al día siguiente ya estaba como nueva para seguir escuchando las palabras de Prem Rawat que cada día me entraban mejor, decía justo lo que yo necesitaba escuchar, lo que alegraba mi vida.

Y así un día detrás de otro, sin salir de casa, simplemente dejando que Prem Rawat ordenara mi ser que yo había descuidado.

Por fin ayer terminó, vi el video de despedida en el que Prem Rawat sonreía con toda la amabilidad del mundo y nos recordaba que somos seres humanos, y que tenemos que hacer esfuerzo para sentirnos a gusto sabiendo que todo lo que necesitamos está dentro.

Una cosa es saberlo y otra más difícil experimentarlo.

Me encontré muy bien, pasé un día estupendo, luego me costó dormir, me sentía plena, muy dichosa y sobre todo agradecida.

Ha sido una semana maravillosa, muy importante, justo lo que necesitaba para ponerme en mi sitio y afrontar lo que viene ahora con alegría, sabiendo que estoy fuerte y que tengo el coraje necesario para hacerme las infiltraciones de plasma que tanto me preocupan, creo que va a ser un acierto aunque me resulte difícil juntar todas las cosas necesarias para que todo se solucione en el momento adecuado.




No hay comentarios:

Publicar un comentario