domingo, 25 de septiembre de 2022

CUATRO MIL SEISCIENTOS OCHENTA Y CINCO

 




Ya ha llegado el otoño y tengo sensación de frío, he puesto el edredón de invierno encima del de verano y es ahí, en la cama donde mejor me encuentro, no sé cuando pondré la calefacción.

Soy más bien friolera, necesito sentir la temperatura adecuada, ni frío ni calor, la que se ajuste a mi cuerpo, por eso suelo tener cuidado de los lugares a los que voy.

Detesto el frío, también detesto el calor, no me gusta tenerme que preocupar de encontrar la temperatura perfecta para poder dejarme llevar por la inspiración, necesito tener resueltos los problemas cotidianos, lo cual significa que hoy no puedo escribir.





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