jueves, 29 de septiembre de 2022

CUATRO MIL SEISCIENTOS OCHENTA Y NUEVE

 




He leído el libro de los duques de Windsor, la historia del rey que abdicó para casarse con Wallis Simpson y aunque no me gusta como está escrito, me ha parecido bonito como historia de amor, cuando alguien está tan seguro de querer a una mujer como le pasaba al que fue rey, hasta tal punto que dejó un trono de un pueblo al que quería para que su mujer pudiera ser respetada, es como un cuento.

Ahora otra vez vuelvo a Stefan Zweig, me gusta la buena literatura.

Si fuera capaz de estrujar mi cabeza y contar algo graciosos, ligero e interesante lo haría pero no me encuentro en ese estado de gracia que se requiere para escribir como Montaigne, me falta algo y no sé cómo recuperarlo, se llama inspiración.

Estaba tan convencida de que siempre estaba conmigo que no lo agradecía y de repente se ha ido y no sé cómo recuperarla.





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