jueves, 24 de febrero de 2022

CUATRO MIL QUINIENTOS VEINTISEÍS

 





Lo que más me gusta de la vida es aprender, siento haberme dado cuenta tan tarde porque si lo llego a saber antes habría aprovechado y por consecuencia disfrutado mucho más de los colegios y las universidades. 

Por lo menos ya llevo cuarenta años estudiando el autoconocimiento con Prem Rawat y algo voy aprendiendo, sobretodo con él aprendo a disfrutar de la vida en sí misma, me enseña a sacar jugo a la existencia, poniendo el énfasis en lo prioritario, siendo consciente de que todo lo que me sucede es porque estoy viva.

La vida es el regalo por excelencia.

Lo bueno que tiene profundizar en uno mismo es llegar a ese punto en el que no puedo seguir dando vueltas a las cosas porque todo se explica con la vida, ella es el camino y la meta, todo está ahí, todo, todo, todo, no hay más que hablar. 

Estoy atravesando una época difícil, incluso si me dejara llevar podría decir que lo paso mal, más que nada porque son problemas nuevos, eso parece que lo pone más difícil, pero yo sé que lo que sucede a los demás no es asunto mío, yo solo puedo responsabilizarme de lo mío, es mi única responsabilidad y solo estoy preparada para resolver mis asuntos. 

Cada día me da la oportunidad de ser un poco más consciente y poner en práctica lo que Prem Rawat me enseña, por lo que el agradecimiento brota de mi interior como un manantial constante, hasta tal punto que mi mantra podría ser:

"Mi vida es una línea recta escrita con la palabra gracias"







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