jueves, 3 de febrero de 2022

CUATRO MIL QUINIENTOS OCHO

 





Mis días empiezan a complicarse y casi prefiero que permanezcan tranquilos, no quiero ponerme nerviosa, necesito cuidarme y lo peor para mí sería sentirme atosigada por todo lo que implica la publicación del libro, prefiero seguir como hasta ahora, dando pasos pequeños como si no hiciera nada, ya pasé por la fase de los nervios cuando era pintora y no la echo de menos, estoy encantada de vivir en un océano de paz, eso es lo que realmente deseo en mi vida.

Veo muchos documentales de artistas y modistos y no me dan envidia, la parte creativa es una delicia pero cuando conlleva el estrés comercial, desparece la belleza y el glamour.

Así que sigo conservando mis horarios y como una monjita de clausura, apago el ordenador dejando hecha la tarea del día y preparada la de mañana.

Esta es la vida que he elegido para ser feliz.

Cuentan que san Ignacio de Loyola le dijo a san Francisco Javier:

¿De qué te sirve ganar todo el mundo si pierdes tu alma?







No hay comentarios:

Publicar un comentario