viernes, 17 de mayo de 2019

DOS MIL SETECIENTOS SETENTA Y UNO








Estoy siguiendo “Supervivientes”, programa de Telecinco que trata de un grupo de personas más o menos famosas que, por dinero, pasan un tiempo limitado en una isla desierta del Caribe.
La vida allí se les hace dura porque se la tienen que buscar, solo comen arroz y lo que pescan.
Tal vez un coco o una piña si tienen suerte.
Yo solo veo los resúmenes que hacen cada día y me hacen pensar. 
Supongo que todo será difícil, sobre todo la convivencia con personas no elegidas.
Me recuerda a la temporada que pasé en Gordejuela, interna, haciendo Proyecto Hombre, que es una terapia dura y eficiente para los toxicómanos.
Me costó muchísimo.
Tenía una ventaja en relación a los Supervivientes de Telecinco y es que desde el principio tuve muy claro que no lo dejaría hasta que terminase ya que lo que estaba en juego era mi vida.
Muchos de mis compañeros tiraban la toalla y algunos tal vez hayan sobrevivido, pero la mayoría de los que se fueron, han muerto.
He hecho muchas cosas en mi vida de las que no me siento orgullosa pero puedo afirmar que Proyecto Hombre no es una de ellas. 

Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano y salí victoriosa.











No hay comentarios:

Publicar un comentario