viernes, 20 de octubre de 2017

MIL TREINTA Y CUATRO







Pizca se disculpa conmigo porque sabe que lo de Cataluña me tiene harta.
La verdad es que resulta cansino, pero reconozco que es el tema que más me apetece, cuando pongo la televisión o la radio, que hablen de eso, aunque es tan enrevesado que ya casi no sé cómo va.
Si dejo de seguirlo un día ya ha cambiado todo.


Cuando me comprometí con Artelista para vender mis cuadros, había hecho firme propósito de no meterme en berenjenales que me dieran trabajo.
Ya tengo suficiente con cuidarme, ir a los médicos y todo lo demás.

No obstante, la vida depara sorpresas y a veces es imposible resistirse a ellas.
Ahora estoy en tratos con una abogada, porque ha salido una ley que parece que me da derecho a una pensión de viudedad.
Ya se intentó en su día, cuando murió mi ex marido, pero faltaba un requisito, que es justo el que me serviría ahora.
No quiero hacerme ilusiones ni tener expectativas, porque dicen los sabios que son la causa de sufrimiento y así lo he experimentado cada vez que creo que voy a tener suerte.
Yo estoy contenta con mi vida y mis circunstancias, o sea que si sale bien ese asunto, lo celebraré y si no, también, porque no tengo motivos para quejarme, la vida me sonría.

No tengo prisa.
Nada me agobia.
No tengo deudas.
Confío en los doctores que se ocupan de mi cuerpo.
Mis hijos están sanos y contentos.

¿Qué más puedo pedir?

Solo tengo una idea que me gustaría llevar a cabo antes de morirme:

Lo tendría que hacer alguien que esté dispuesto a ocuparse y sepa llevar una empresa.
Yo no estoy preparada para trabajar y seguro que si montara una startup, iría a la ruina.
Yo solo pondría la idea.


Se trata de organizar una agencia de modelos a partir de sesenta y cinco años.
Sería algo notable, ya que pondría en movimiento a las señoras mayores que tienen dinero y ganas de estar guapas.

Yo creo con firmeza que todas las mujeres podemos estar estupendas, siempre que estemos bien cuidadas y arregladas.
No sería obligatorio estar delgada, sino cada una como quiera estar, pero muy cuidada, bien vestida,
original y con alegría.
En realidad, me gustaría que tuvieran algún problema físico, como por ejemplo andar con muletas o en silla de ruedas con motor para que puedan ser independientes, también podrían llevar su mascota.
Sería una acción en la que se filmaría todo desde el principio, supongo que el casting sería sensacional.
La idea sería que alguien, no yo, se ocupara de hablar con las tiendas de arte para que colaboraran y al final el desfile se haría allí, en El Centro Comercial.
Necesitaré un buen film maker porque al final presentaría el making of.


Las modelos de esa agencia serían ejemplos para mujeres de cierta edad y harían ver que se puede estar maravillosa dedicándose tiempo y atención.


















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