miércoles, 10 de agosto de 2016

SIETE









Una de las ventajas de la vida de familia, que es otra manera de vivir en comunidad, es que las oportunidades de controlar al ego, son innumerables.
Y digo bien que es otra manera de vivir en comunidad, porque el chantaje afectivo en la familia es un obstáculo más, que hay que superar.
Es tan sutil, que a veces resulta imposible acertar.
Cuando llegan esos momentos en que los egos se cruzan, intento ser capaz de guardar silencio.
Casi nunca lo consigo en el primer asalto pero poco a poco, con la práctica, creo que voy mejorando.

Estoy acostumbrada a estar sola.
Estuve casada y no me gustó la experiencia de la vida en pareja.
Soy demasiado independiente y no me gusta discutir.
Sé estar sola y suelo saber lo que quiero.
Tengo facilidad para hablar con la gente que me encuentro aquí y allá y con los desconocidos no se discute, todo es superficial.
He viajado sola a sitios lejanos.
Al principio viajaba con gente mas pronto me di cuenta de que resultaba complicado.
No es fácil que todos se pongan de acuerdo.
Yo no viajo por placer, sino para asistir a las conferencias de Prem Rawat, lo cual significa que mis viajes tienen siempre un propósito y además allí me encuentro con personas que conozco y con las que comparto el mismo entusiasmo.

Reconozco que no soy fácil.
Soy maniática, exagerada, sé lo que no quiero y a veces también lo que quiero.

Selectiva por naturaleza, me guío por mi intuición lo cual significa que rara vez puedo explicar el motivo y la razón de lo que deseo.








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