domingo, 22 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y SIETE








Acabo de ver "Los dos papas" y escribo en caliente para que no se me olvide lo que he sentido en algunos momentos.
Aunque no soy rencorosa hay ciertos asuntos que no me conviene olvidar.
La película es muy buena y me ha mantenido atrapada, eso es innegable.
No obstante debo aclarar que he sido educada, a mi pesar, en la iglesia católica tanto dentro de mi propia familia como en los colegios de monjas en los que hice mis estudios durante trece largos años.
No tuve acceso a otra información que no fuera la que impartía la iglesia de Roma.
Viví bajo el temor a cometer pecados mortales y el miedo al infierno.
El misal y la Biblia eran mis libros de cabecera.
No puedo ni debo echar la culpa a nadie pero tengo la sensación de que me robaron la adolescencia y parte de la madurez.
Cuando por fin fui consciente de la privación de libertad mental en la que estaba atrapada, exploté como un corcho de una botella de champán y me desquité como pude, desde la ignorancia supina en la que me encontraba.
Ese fue el comienzo de un rosario de disparates de los que prefiero no hablar, no solo por demasiado trillados sino porque ya no tienen remedio.
Mucho he cambiado desde que aprendí que el mundo es grande y que todos estamos hechos de los mismo: puro amor.







1 comentario:



  1. El catolicismo sirvió y sirve para alejar a la gente de la verdad. Para engañar o confundir... Hicieron y hacen reaccionar a las masas hacia posiciones anti cristianas, ateas o abiertas al panteismo, hinduismo etc...
    Y como podemos ver, tuvieron un éxito masivo. En este mundo los tiempos evolucionan a corto y largo plazo en base a un minucioso diseño. Nuestro entendimiento es el que nos es sugerido en gran medida...

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