martes, 17 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y CINCO








Reconozco, no sin cierto orgullo, que estoy haciendo un buen trabajo en el reto que me propuse de deshacerme de todo o casi todo lo que no necesito y poder vivir en una casa vacía, por lo menos el espacio que yo utilizo.
He tirado a la basura, reciclando, muchas cosas que jamás imaginé que pudiera deshacerme de ellas.
Me refiero a fotos, collages y asuntos de cuando era pintora.
Me quedo más ancha que larga.
Me hace feliz deshacerme de los apegos.
Tengo una caja con películas de super 8 que mandé pasar a otro sistema que he olvidado y que ya no funciona y estoy deseando perderla de vista.
A mí lo que me gusta es que todo esté limpio y ordenado.
Y al decir todo me refiero a lo imprescindible.

¿Para qué habré guardado tantas cosas que no sirven para nada?












No hay comentarios:

Publicar un comentario