jueves, 24 de noviembre de 2016

CIENTO SEIS








Ahora me encuentro tan bien que me olvido de las citas con los doctores e incluso a veces de tomar la medicación.
Hasta hace poco, nunca dejé de ir a una consulta médica ni de tomar una pastilla.
No me preocupa porque lo considero buena señal.
He empezado a usar post it, eso papelitos amarillos que se pegan por un lado y los ponen en las oficinas y en las neveras.
No me gustan pero funcionan.
Imposible olvidarme.


Estoy harta de médicos, hospitales, farmacias y ambulatorios.
El Doctor Álvarez de Mon calculó que en seis meses podré librarme de todo eso, con la condición de que nade tres veces por semana.
A ver si es verdad.
De todo lo que hago lo que más me cuesta es ir a nadar, y digo bien, ir, porque cuando ya he preparado la bolsa y me meto el coche y llego al vestuario, empiezo a encontrarme contenta de haber hecho el esfuerzo.
Reconozco que me sienta muy bien y que me gusta ver cómo mejoro.
Fue una buena idea tomar clases, porque nadar por nadar me resultaba aburrido y carecía de aliciente.


Siempre he nadado en mayor o menor medida e incluso tomé clases y me presenté a un campeonato cuando tenía veinte años, en el que quedé la última.
Ahora es una especie de asignatura pendiente porque ya había olvidado lo que aprendí.

Desde la última vez que me rompí la pierna no he podido ir a playas ni piscinas, he estado más muerta que viva y ahora todo es nuevo para mi.
El pasado verano fui algunos días a la playa de Plencia que se ajusta a mis necesidades.
Disfruté mucho y empecé a sentir la alegría de vivir al aire libre.

Aun así, hoy en día todavía me gusta estar en casa, me siento protegida.
Todavía me asusta la calle, me puedo caer, puedo cansarme y otros casos que no deseo imaginar.

Estoy terminando de leer “El mar” de John Banville, recomendado por el profesor de escritura.
Me ha gustado, está bien escrito y es delicado, aunque la traducción deja bastante que desear.
Además hay millones de palabras que no entiendo que son rebuscadas y no demasiado bonitas pero eso no impide que intente buscarles el significado.

Soy una curiosa impenitente.





No hay comentarios:

Publicar un comentario