Mientras no conduzco, Carlos me hace de chófer y me lleva a los sitios, Urdúliz, ambulatorio, peluquería etc. y grande fue mi sorpresa cuando de repente me preguntó:
¿Has pensado a qué geriátrico vas a ir?
¿Qué? La verdad es que no he pensado en eso ¿Tu si?
Si, me contestó y eso que él es mucho más joven que yo.
Me explicó:
El de Jolaseta, que es donde estaba mi padre, es caro y no se come bien, en cambio, el de Las Arenas, donde estaba Frank, amigo común que ya murió, es más barato y se come bien.
Me pareció interesante, sobre todo porque yo no me había imaginado que tuviera la necesidad de vivir en una residencia.
De momento aguanto en casa y espero seguir así de momento, aunque llegará un momento en que tendré que pensar en eso.
No me siento con fuerza de seguir en casa sin ayuda, por lo menos de momento y no creo que a medida que pase el tiempo tendré más fuerza, no obstante ya veremos, vivo en el presente.
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