viernes, 12 de marzo de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS CINCUENTA Y OCHO

 





Me ha parecido fascinante la conversación con Esther Ferrer que presenta el Museo Guggenheim Bilbao, la he publicado en mi blog ARTE PARA INFORMARTE, no me extraña que Mattin vuelva entusiasmado cada vez que hace algún trabajo con ella en París.

No solo es una mujer interesante sino que como artista está tan inspirada y tan limpia de prejuicios, que no veo ni un átomo de tontería en ella ni en su trabajo, es una musa para mí.

Cuando habla de sus primeras performances en Alemania y cuenta que la gente se reía, me ha recordado a lo que me contó Mattin cuando yo vivía en Los Ángeles y vino a pasar una temporada.

Mattin trabajaba en Guidos, un restaurante italiano de Malibu frecuentado por actores y actrices de cine que vivían cerca.

Debido a que tuvo un problema con su furgoneta, yo tenía que ir a recogerle todos los días cuando terminaba, solía tomar algo con el manager que era un malagueño agradable, pronto me propuso que expusiera allí mis cuadros de la serie Stapling, que era en la que yo trabajaba en aquel momento debido a mi falta de tiempo y de espacio, reduje mi técnica a lo mínimo, se trataba de decorar el lugar sin idea de vender.

Simplemente con cartulinas de colores y una grapadora hice unas piezas influida por la famosa quilt americana*.

Me limitaba a grapar trozos de cartulina de diferentes colores sobre un cartulina grande que había grabado sobre la pared y luego los mandaba enmarcar en una tienda de China Town, buena y barata, que me había recomendado Cristina Bertrand, artista española que también vivía en Los Ángeles, de quien me hice amiga.

Cuando llegó Mattin a casa, tranquilo como de costumbre, me contó que los camareros y los cocineros, mejicanos todos, se habían reído muchísimo con mis cuadros y se habían dedicado a copiarlos haciendo lo mismo que yo hacía, grapaban trozos de papel y se reían encantados por lo bien que les quedaba.

La verdad es que a mí también me hizo gracia, me reí bastante con los comentarios que me contaba Mattin.

Mis cuadros estuvieron colgados durante varios meses, hasta que los necesité para exponerlos en una colectiva en Santa Mónica.



*Edredón que representa el trabajo de las mujeres americanas para no pasar frío, se hace juntando telas diferentes,  patchwork, sin traducción.




No hay comentarios:

Publicar un comentario