viernes, 2 de junio de 2017

DOSCIENTOS NOVENTA Y SIETE







Estoy viviendo días difíciles.
Mantener la paz interior cuando mi mundo externo está en calma, es fácil, pero cuando lo que está a mi alrededor parece un tiovivo, tengo que hacer un esfuerzo importante y había perdido la costumbre.
No me gustan las barracas, nunca me han gustado, prefiero los templos.
Creo que ahora, pasados unos días, ya estoy asentada.
Se trata de parar.
Además de tener a todos mis hijos en casa, me han invitado a participar en la feria de arte de San Sebastián y me ha apetecido aceptarlo.
Voy a presentar un homenaje a Oteiza que consta de trece piezas de pequeño formato que pinté hace años.
Pensaba que no me iban a dar trabajo, pero tengo que limpiarlos, hacer fotos, actualizar mi CV y esas cosas que parecen pequeñeces, pero llevan mucho tiempo y además, me canso.

Ayer estuvieron hablando en la radio sobre los diarios de Pessoa y comprendí que nada tienen que ver con el mío.
Lo bueno de un diario, entre otras atribuciones, es que es imposible que no sea personal.
Cada persona tiene su estilo propio, tanto si lo pretende como si no, es inevitable.

Yo misma me doy cuenta, cuando leo varios de mis diarios seguidos para elegir los que voy a leer en la clase, que me doy a conocer aunque esté contando asuntos cotidianos.
Creo que no sería difícil para una persona que no supiera nada de mí, tener una idea bastante acertada de mi personalidad a través de mis diarios.
No es que cuente mis más íntimos pensamientos, esos solo son míos, pero incluso sin quererlo, entre líneas, se puede ver de qué pie cojeo.

Escribir un diario es un proyecto tan interesante para profundizar en el conocimiento del ser, que sería beneficioso cambiar esa idea tonta que se tiene, de que en un diario se escriben los planes que se han hecho, o el chico que te gusta, por lo menos eso es lo que me hicieron creer cuando hice la primera comunión y me regalaron un libro que se cerraba con un candado. para que escribiera temas personales y que nadie pudiera leerlo.

¡Vaya cosa!









No hay comentarios:

Publicar un comentario