jueves, 28 de octubre de 2021

CUATRO MIL CUATROCIENTOS VEINTIOCHO

 





Han pasado dos días desde que entré en un quirófano y todavía siento las consecuencias de la agresividad que supone estar desnuda en una camilla, con un círculo de luces enfocando mis ojos y rodeada de uniformes azules hablando en tres sí y poniéndome un aparato en la pierna que me hacía daño cuando se apretaba, me dijeron que era para medir la tensión.

Tengo la sensación de que me he vuelto vaga desde ese día, ni siquiera me apetece ver una película que exija concentración, espero que se me pase pronto esta fase y volver a mis rutinas que me tienen más entretenida, además tampoco puedo comer a gusto, creo que todavía estoy un poco anestesiada.

Veo la televisión y hablan del matrimonio de Olga y Antonio David y me doy cuenta de que en los matrimonios se esconden muchas cosas, hay secretos difíciles de reconocer, no tengo intención de contar a nadie algunas cosas por las que transigí y me falté al respeto, considero que no recibí una educación adecuada para la vida que me esperaba, gracias a Dios eso ya pasó y ahora estoy en paz conmigo misma.







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