jueves, 7 de octubre de 2021

CUATRO MIL CUATROCIENTOS DOCE

 




He tenido la oportunidad de ver un webinario magnífico de Rosa Tugores, profesora de macrobiótica que está muy al día y me gusta porque además de saber muchísimo y estar enamorada de la materia, nos ha dado una clase de suplementos que me ha interesado y además me consta que es imprescindible.

La vida que llevamos es muy agresiva, pantallas por todas las esquinas, mascarillas, amenazas, dudas, inflamaciones y todo lo que conlleva una vida alejada de la naturaleza, ya me lo dijo una doctora macrobiótica muy moderna que conocí en Saint Gaudens, era bastante fundamentalista y también me recomendó cantidad de suplementos, no le hice caso porque había estado más de un año con la doctora Verdugo que no era macrobiótica, me hizo tomar tantos suplementos que resultó excesivo, practicaba la medicina ortomolecular y lo pasé muy mal, desde entonces tengo miedo a los doctores que no hacen análisis de sangre.

No es que me gusten los que basan su tratamiento en medicinas químicas, aunque a veces las considero necesarias, como cuando acepté la quimioterapia sin rechistar y muy agradecida a pesar de que pasé una de las épocas más duras de mi vida y bien contenta que estoy ahora, encontrándome bastante bien y haciendo una vida casi normal excepto por la rodilla que tampoco es el fin del mundo, porque para estar delante del ordenador que es lo que me gusta, no necesito las rodillas. 

Hoy he estado en el ambulatorio y he hablado con un señor de ochenta y dos años a quien le dolían muchísimo las rodillas y era muy desgraciado, había pedido la eutanasia y se la han negado, me ha dicho que si no fuera por su mujer se tiraría al tren, supongo que será una disculpa que se ha buscado, porque he conocido a más de uno que lo ha hecho a pesar de estar casado.

El señor de hoy toma la misma medicina que yo, que consiste en una mezclas de Paracetamol con Tramadol, la única diferencia es que él toma tres al día y yo dos.

Comprendo que el dolor de rodilla es espantoso, inaguantable, algunas veces yo he tenido que tomar Corticoides porque no lo soportaba, menos mal que ahora cuidando mi alimentación y andando lo menos posible, paso los días de un modo agradable, no me quejo.




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