martes, 12 de enero de 2016

Capítulo 31_La conferencia de Pepe Cabot










Carlota es una mujer que se ha hecho fuerte a costa de su propio esfuerzo.
Al abandonar a su marido supo que necesitaba ayuda.
La biodescodificación le enseñó a gestionar las emociones desde el consciente, para que no se queden en el inconsciente y le jueguen una mala pasada cuando menos lo espera.
Hace tiempo que dejó de visitar a Mercé Freixas, que fue quién la inició. 
Al enterarse de que Pepe Cabot iba a estar unos días en Bilbao, pensó que sería estupendo ir a las conferencias para refrescarse la memoria y volver a poner orden en su cabeza.
Había visto sus videos a través de los cuales aprendió un lenguaje diferente.
No solo hablaba de la bioneuroemoción en la que era formador de maestros, sino de temas relacionados con la galaxia y sus habitantes.
Siendo muy joven, Carlota se había interesado en los ovnis y los extraterrestres.
Al dedicarse el arte y montar la galería, dejó de lado ese mundo que la fascinaba, pero en el fondo de su corazón, seguía sintiendo atracción por todo lo relativo a los avistamientos y contactados.
Había leído varios libros de Sixto Pax, que es la persona más respetada en ese terreno y sabía que era íntimo amigo de Pepe Cabot.
Ambos eran expertos en el tema y a Carlota se le despertaron las ganas de ponerse al día.
Era un secreto que no se había atrevido a compartir con nadie.
Se limitaba a informarse, acudir a conferencias y ver videos.
Demasiado controvertido como para exponerse a discusiones que no conducen a nada positivo.
Ella escuchaba con interés lo que contaban los expertos y daba por hecho que si tantas personas serias y conscientes coincidían, era imposible que inventaran algo tan fuera de lo que vivimos en el planeta tierra.
Efectivamente, el fin de semana pasado con Pepe Cabot, fue un refrescante recordatorio de la importancia de si misma.
Pepe Cabot tenía las ideas muy claras y afirmaba sin lugar a dudas, que todo lo que sucede en la vida de cada ser humano es lo preciso y necesario para que aprenda a evolucionar.
Nada es casualidad. 
Todo es un plan organizado por un poder superior que nos guía y nos cuida y quiere lo mejor para cada uno de nosotros.
Todo lo que necesitamos está dentro de cada uno, incluida nuestra felicidad.
Insistió en que cada persona es responsable de su propia vida.
Por eso la bioneuroemoción es muy importante, porque ayuda a desembarazarse de programas familiares que nos han sido impuestos sin que nos pertenezcan.
Una vez libres de las creencias familiares, podemos vivir nuestro propio programa libre de adherencias.
Es maravilloso sentir que todo lo que nos viene es exactamente lo que necesitamos para aprender y disfrutar.

Pepe Cabot habló poco de los extraterrestres pero enseñó algunas fotos de avistamientos realmente impresionantes por la cercanía, la veracidad y el tamaño.
Explicó que en algunas ocasiones se había visto como hacían los geoglifos en los campos de trigo, pero no se extendió en las explicaciones, ya que el tema de las conferencias era la biodescodificación.

Ese fin de semana Carlota desconectó su celular y cuando el domingo por la tarde, cansada de tantas horas metida en una sala prestando atención a asuntos que le importaban, comprobó que tenía llamadas de Jaime, de Mónica, de Gari y de Marcos Eguillor, que era uno de sus socios con quien hacía tiempo no hablaba.
Tenía ganas de echar la siesta y dejó la devolución de las llamadas para otro momento.
Si tuvieran que decirle algo urgente, le habrían mandado un WhatsApp.

Se sentía satisfecha.
Solía aprovechar los fines de semana para ir al cine, leer o salir con amigos y le costaba tomar la decisión de ocupar su tiempo libre en hacer cursillos, pero la verdad es que le compensaba porque en un par de días quitaba basura que se había ido acumulando en su pensamiento.
Al principio parecía un revoltijo y no veía nada, como el que bucea y cuando llega al fondo del mar se encuentra todo oscuro, pero al cabo de un rato cada cosa se pone en su sitio y puede gozar de una belleza inigualable.
Así le pasaba a Carlota cuando hacía el esfuerzo de ir a cursillos para evolucionar.

El lunes se levantó temprano, contenta y con la vitalidad renovada.
Lo primero que hizo fue ponerse en contacto con Marcos Eguillor, que le citó para comer en el restaurante del hotel Carlton con Rafa Lerma, el tercer socio, que es de Madrid y había venido a Bilbao para solucionar algunos asuntos, entre otros el de la galería.
Quería proponerles algo.
Estaba hospedado en el Carlton y además de que la comida es muy buena, nunca hay nadie en el comedor, por lo que podrían hablar tranquilos, sin que nadie les molestara.
Marcos Eguillor no le adelantó el motivo de la reunión.
Simplemente le dijo que Rafa prefería contárselo a los dos al mismo tiempo.
Marcos y Rafa eran los socios capitalistas y Carlota la socia industrial.
Ella hacía todo el trabajo y tenía tanta autoridad como sus socios.
Todo pertenecía a los tres.
Ninguno tenía más derechos.
Siempre habían estado de acuerdo en la manera en que Carlota llevaba la galería.
Además, Marcos y Rafa estaban muy ocupados con otros negocios y para ellos, Concepto era más bien un divertimento.
Les encantaba la pintura y era una oportunidad de ir formando una pinacoteca poco a poco sin gastar demasiado.





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