Sigo trabajando con los filósofos.
Para poder elegirlos he pedido ayuda a Manolo Eguiran que es filósofo de verdad, aunque a veces se autodenomina fisólofo, tal vez porque le encanta hacer aforismos como al que fue su profesor en Deusto hace ya algunos años, Ortiz Osés.
Empecé con Gilles Deleuze y me fascinó, me gusta casi todo lo que cuenta, todo me despierta y atrae mi interés sobre todo cuando comenta que si lees a Nietzsche y no solo no sonríes o te ríes y llegas a soltar una carcajada, eso significa que no te has enterado de nada.
En cambio Ortiz Osés con sus aforismos me ha defraudado, reconozco que tiene gracia pero no estoy en esa linea, he cambiado mucho.
Me encantaba cuando escribía sobre la Hermeneútica* vasca y aunque casi no le entendía, le leía apasionada para intentar enterarme de algo, me fascinaba.
He cambiado mucho, no se si será a causa de la leucemia o porque ya soy mayor y la ironía ha dejado de interesarme, no quiero perder mi tiempo en esos juegos de palabras que solo conducen a ser más inteligente que los demás, me estoy volviendo muy seria, antes yo misma era irónica llegando incluso a ser mordaz por no decir cáustica pero insisto, he cambiado, no me importa, lo único que me importa es dejar de ser feliz y eso si que no hay nada ni nadie que me lo impida.
*Del gr. ἑρμηνευτικός hermēneutikós; la forma f., de ἑρμηνευτική hermēneutikḗ.
1. adj. Perteneciente o relativo a la hermenéutica.
2. f. Interpretación de los textos, originalmente los sagrados.
3. f. Fil. Teoría de la interpretación de los textos.
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