lunes, 31 de enero de 2022

CUATRO MIL QUINIENTOS CINCO

 





Hace tiempo que veo los programas de Calleja, siempre me interesan en mayor o menor medida, justo el de hoy me ha emocionado de una manera especial porque trataba de los flysch de la costa vasca y yo me he pasado la vida en esa playa, en esos flysch y aunque ahora mi pierna no me permite acercarme, a veces voy y los contemplo desde arriba cuando la marea está baja.

Por un lado me encanta ir ahí, creo que es uno de los lugares más hermosos del mundo, no obstante allí perdí a mi hijo Carlos y sigo sintiendo que todo mi ser se revoluciona por lo que no abuso de acercarme, lo que siento es bonito y especial, algo que no soy capaz de analizar ni de ponerle palabras.

Doy gracias al cielo por permitirme disfrutar de un hijo tan maravilloso del que tanto aprendí y al que quise con toda mi alma, tuve mucha suerte de conocer a una persona tan especial.

Calleja, junto con un equipo de voluntarios bajan a los flysch de Zumaya para limpiar toda la basura que se había acumulado.

Me ha emocionado, es triste ver que hay personas que se dedican a tirar al mar botellas de plástico, necesitamos educación, creo que hemos empezado a mentalizarnos de que ha llegado el momento de crecer como seres humanos, responsables del cuidado del planeta, yo tengo esperanza.

Había muchos niños recogiendo basura, en solo cuatro horas cien personas de todas las edades han hecho un trabajo impresionante, ahora es cuestión de mantenerlo. 













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