sábado, 8 de enero de 2022

CUATRO MIL CUATROCIENTOS OCHENTA Y SEIS

 





Me ha gustado mucho ver el documental sobre una gira que hizo Bob Dylan en España.

Todo lo que veo, escucho y leo de Bob Dylan me encanta, me impresiona su éxito apoteósico aunque no soy fan como los que se autoconsideran Dylamitas del alma y eso que tuve buen maestro porque desde que conocí a Zampa Dylan en el más que famoso bar La Pianola de Las Arenas, allá por los años ochenta o antes todavía, me ha enseñado mucho sobre el premio Nobel de Literatura del año 2016.

Apare de ser único en sus composiciones, su comportamiento y su manera de cantar, realmente tiene algo muy especial que es talento en estado puro.

Yo diría que mas que gustar, me interesa, lo cual es mucho más interesante.

No me gusta como podría decir de David Bowie que me encanta, no obstante Dylan me interesa, son cosas distintas, ambas fantásticas.

Hace tiempo vi el documental que hizo Scorsese con material inédito y me cautivó, más todavía que el que he visto hoy, ese sí que me interesó, se llama "Las huellas de Dylan".

El que vi hace tiempo y me sedujo se llama: Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story by Martin Scorsese .

Decidí que iba a ver todos los documentales que encontrara sobre él pero me distraje y lo siento porque lo he pasado muy bien con "Las huellas de Dylan" a pesar de que se limita más bien a filmar a los fans que dicen lo que sienten por Dylan a quien consideran como un mesías, resulta fascinante.

Cuando yo vivía en Malibu, Californi, vivía en una urbanización llamada Malibu Villas que estaba cerca de la playa Zuma Beach a la que yo iba y alguien me dijo que Dylan vivía en una de las casa que estaba por allí arriba.

La verdad es que casi nadie sabe nada sobre la vida de Dylan, ni siquiera sus cinco hijos, es lo que se deduce de lo que cuentan los que le persiguen por el mundo.

Zampa me contó que había ido a más de doscientos conciertos y tiene todos sus discos además de muchas camisetas.










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