Un día más, me gusta que pasen los días porque el tiempo juega a mi favor, mis huesos se sueldan, mis heridas cicatrizan y yo voy aprendiendo a vivir de esta manera, excepto la comida, ahí no termino de acertar, hasta he perdido el apetito, no le doy demasiada importancia porque mientras no doy trabajo a mi aparato digestivo, mi energía va directamente a mis huesos.
He estado en Urduliz y me han dicho que todo va bien, los puntos están secos y hasta el viernes de la semana que viene no tengo que volver.
Han hablado en la televisión española de que ha salido el último libro de Vargas Llosa por lo que rápidamente me he metido en Amazon con la intención de pedir una muestra, lo cual no ha sido posible ya que el libro estaba en preventa, por lo menos he leído la sinopsis, no sé si me apetecerá, a pesar de que tiene unas críticas muy buenas, trata de un músico peruano y está dedicado a su mejor, Patricia, aunque cuando lo escribió vivía todavía con Isabel Preysler a quien tenía intención de dedicárselo pero ha cambiado de opinión, se llama "Le dedico mi silencio".
Cuando lo terminó le mandó el manuscrito a Isabel Preysler y es cuando ella aprovechó para decirle que no vuelva a su casa porque no es un hotel, algo que a él le pilló de sorpresa, no obstante pronto se recuperó y acudió a Paris para recibir el premio de "Inmortal" de la Academia francesa y encontrarse con su esposa Patricia Llosa con quien sigue desde entonces.
Ha cumplido ochenta y siete años y se le nota la vejez, parece como si cuando estaba con Isabel hiciera más esfuerzo para tener mejor aspecto, no obstante a pesar de su edad sigue escribiendo todos los días y recibiendo múltiples premios, tiene la suerte de que su esposa le acompaña, así como sus hijos que parece que han sido los que han propiciado la vuelta de la pareja.
Isabel ha confesado que ya no quiere tener más relaciones amorosas, por lo menos no quiere compartir casa, se nota que se ha quitado un peso de encima.
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