viernes, 27 de octubre de 2023

CINCO MIL TREINTA Y SEÍS

 





Reconozco que el libro de Clara Sanchez "Los pecados de Marisa Salas" acaparó mi atención desde la primera página hasta la mitad más menos, en que lo dejé para dormir con la idea de seguir leyéndolo cuando me despertara y aunque lo he hecho, hoy ya no me ha gustado tanto, es muy interesante la primera parte, pero luego se complican las cosas y se convierte en un galimatías de emociones diversas y no me ha gustado, lo he terminado porque quería saber cómo se desarrollaba el final, sin embargo no solo no me ha gustado sino que lo que en un principio me había resultado ameno, simple e interesante, se ha convertido en una complicación que sería incapaz de recordar o explicar.

El hecho de que me haya gustado, por lo menos la mitad del libro también se debe a que trata de escritores, tema que me atañe porque me puedo identificar e incluso puede inspirarme y darme ganas de escribir.

Además, he recordado algo que me dijo un indio en Katmandú que me leyó la mano al detalle, casi me conocía más que yo misma y al ver que no había tenido éxito con mi pintura, me tranquilizó diciéndome que era debido a la posición de los planetas, no era porque mis cuadros no fueran buenos, me lo creí por la cuenta que me tenía, no obstante al salir me di cuenta de que me había timado porque le pagué con dinero nepalí creyendo que eran rupias indias y le di más de la cuenta, ya no me acuerdo de los detalles, pero me quedé con sensación de idiota.

Leer algo bueno es una maravilla, disfruto muchísimo, sin embargo si tengo la sensación de que me han tomado el pelo, se me quitan las ganas de leer un libro cuyo autor desconozco, a pesar de que Clara Sanchez no solo es académica de la lengua sino que ha recibido premios de Alfaguara, Nadal y Planeta.




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