domingo, 31 de julio de 2022

CUATRO MIL SEISCIENTOS CUARENTA Y TRES

 




¡Qué bueno es Julian Schnabel! y el documental que ha sacado Netflix mejor todavía, se llama "Un retrato privado" y te lleva a los extremos.

Siempre me ha gustado Schnabel excepto los platos rotos, no sé por qué pero no me divertían, creo que la primera vez que los vi fue en el Reina.

Tiene algo muy especial que no tienen los demás artistas, es como una fuerza de la naturaleza, mezcla todo, el arte, la escultura, sus hijos, sus mujeres, sus amigos, su vida, sus ideas, su fuerza, sus trapos, sus pinceles, su ropa, es como una máquina de vivir en el mundo del arte y la exageración.

Creo que pone mucho amor en todo lo que hace, todos le quieren incluso la que fue su esposa, una chica muy guapa de San Sebastián que se llama Olatz.

Insisto, aunque a veces se me olvida en que es mejor ver documentales que películas de ficción, me enriquecen más e incluso me cambian la cabeza, me transforman.







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