jueves, 7 de julio de 2022

CUATRO MIL SEISCIENTOS TREINTA Y TRES

 




Sigo pendiente de mi libro, no obstante me cuesta mucho promocionarlo, tengo el mismo problema que tenía con mis cuadros, no sé venderme y casi todo lo que cuentan en las reuniones de autores son los esfuerzos que hacen para, me pregunto por qué siento tanto rechazo en darme a conocer, a pesar de que me encanta cuando alguien ha comprado mi libro, lo ha leído y me dice que le ha gustado y que además puede ayudar a la gente, porque eso me da a entender que lo han comprendido, sin embargo soy incapaz de seguir los pasos que aconsejan, ni siquiera me entra en la cabeza.

Por otro lado sigo buscando algún taller literario, se ofrecen bastantes, no obstante no hay ninguno que me haga click, tampoco tengo prisa, no porque sea verano, eso para mí es lo de menos ya he ido a la playa toda mi vida y he tomado mucho sol, he cambiado de gustos, ahora me gusta más estar en casa, leer, descansar y sobre todo meditar.

Conectarme con La Paz que está en mi interior me hace feliz y confiar en Dios y no preocuparme demasiado por los problemas que presenta la vida, me la tomo con calma y disfruto de lo cercano, de las pequeñas alegrías que me proporcionan los días, no tengo pretensiones.

Me anima cuando alguien me dice que escribo bien, refuerza la seguridad en mí misma y me tranquiliza. 

No siquiera sé cuantos libros he vendido, no sé donde se busca y ocuparme de eso me da demasiada pereza, a pesar de que no me gusta procrastinar, en ese terreno no me fuerzo.

He cambiado tanto que yo misma me sorprendo cuando pienso en ello y me doy cuenta de que es verdad que las personas cambiamos cuando de verdad queremos y hacemos el esfuerzo.

Lo que más me cuesta es ser humilde y a pesar de que me resulta difícil, poco a poco voy dando pasos y cada vez estoy más confiada y serena.




No hay comentarios:

Publicar un comentario