Cada día estoy más contenta de haber tomado la decisión de pedir cita en la clínica del doctor Mikel Sánchez, no tengo expectativas, no espero nada, el hecho de hacerlo me ha animado y cada día estoy más animada , todo me va saliendo bien y la sensación que me produce ir con Gabriel y Totola que son dos personas tranquilas, que me consta que me llevan con todo el amor de su corazón, ellos mismos se ofrecieron y además Gabriel me ha dicho que estarán todo el tiempo que haga falta, que quiere que me miren bien.
Cuando comento con alguien que el viernes voy a Vitoria a ver al doctor Sánchez, me cuentan una historia de alguna persona que lo había pasado muy mal y gracias al doctor Sánchez ahora está estupendamente.
Ayer, sin ir mas lejos, Rita Molina me contó que a Ana Rosa Allende, jugadora de tenis, tuvo que dejarlo por un problema en la rodilla y cuando se hizo el tratamiento con Mikel Sánchez, volvió a jugar campeonatos y está fenomenal.
Me cuentan muchas historias de este estilo que me animan, lo cual insisto no me crea ilusiones, me conformo con hacer el esfuerzo de ir y ver lo que dice.
También me contó Rita que a Ana Rosa le ofrecieron operarle y dijo que nanay, que le opere a su madre, yo pienso lo mismo, a mi ya no me opera nadie, ya me han hecho todo lo que han querido en Cruces, se aprovecharon de mi ignorancia y mi debilidad y cada vez que me acuerdo de todo lo que he pasado me dan ganas de ponerme en manos de un bufete de abogados norteamericanos a poder ser y contar todo lo que recuerdo con pelos y señales.
Así como en lo referente a la leucemia no tengo más que buenas palabras y agradecimiento por el buen trato que recibí, en lo referente a la traumatología las cosas fueron muy distintas.
De hecho, lo último que me ofreció una traumatóloga sin mirarme a la cara fue cortarme parte de la pierna, desde la parte de arriba del fémur hasta debajo de la rodilla y ponerme una prótesis, ni siquiera tuve que pensarlo, mi respuesta fue un no definitivo.
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