miércoles, 29 de junio de 2022

CUATRO MIL SEISCIENTOS VEINTIOCHO

 




Durante bastantes años estuve siguiendo a una artista joven que tenía mucho talento, iba a sus performances, conciertos, conferencias y leía sus textos, pero en un momento dado estaba en una de sus performances y me estaba aburriendo tanto que me marché, supongo que dije el motivo pero la verdad es que no me acuerdo, simplemente me marché y me encontré mejor.

Han pasado unos años y ese artista ahora es doctor y tiene cierto éxito, ha publicado el libro de su tesis y va a presentarlo en Bilbao, me ha pedido por favor que no asiste a su presentación, le he preguntado el motivo y me ha dicho que fue por lo que hice en aquella performance, me pregunto si es un castigo, me parece un colmo no tener libertad para largarme de una performance si me aburro.

Así que fui juzgada y castigada ¿Donde empieza y termina la libertad del artista? o simplemente de un ser humano.

Creo que los artistas tenemos un ego inflado y eso no me gusta, ni en mí ni en los demás.





No hay comentarios:

Publicar un comentario