miércoles, 21 de abril de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS SETENTA Y SIETE

 





Desde hace años he estado interesada en hacer una alimentación saludable y he probado varios estilos diferentes, lo cual nunca me ha resultado fácil porque no me gusta cocinar, no me siento bien en la cocina, no me gusta estar de pie, me molesta ensuciarme las manos y he tenido una madre que era una extraordinaria cocinera, había estudiado con un cocinero francés y tanto sabía de alta repostería como de cocina tradicional vasca y francesa.

Tal vez haya sido ese conocimiento tan cercano sobre la comida lo que me hizo rechazar el aprendizaje, a pesar de que me encanta comer, he tenido mucha dificultad para tomar el camino que mejor se acoplaba a mis intereses, ya que tenía que coincidir una comida sana con la facilidad de preparación.

Después de pasar por todo los estilos que se me ofrecían, acudir a diversos cursos de cocina y casas de reposo en donde aprendí el Higienismo y el crudismo, probé el Ayurveda en India durante los años que iba Delhi dos veces al año, me encantó pero ni siquiera aprendí a cocinar ya que en India la comida es tan buena y tan barata que ni se me ocurrió intentarlo.

Después de este largo periplo, encontré lo que andaba buscando en la Macrobiótica.

Pasé temporadas en Cuisine_Santé que es un centro que está en Saint Gaudens, cerca de Toulouse a donde podía ir en mi coche y comprendí que la Macrobiótica era la que mejor me sentaba con gran diferencia.

Empecé a estudiar leyendo los libros de Oshawa y acudiendo a las conferencias diarias que había en Saint Gaudens, además de ayudar en la cocina y aprender así las bases de una macrobiótica estándar.

Para ver si conseguía aficionarme, me apuntaba en unos cursos de alta macrobiótica que impartía la doctora Paz Bañuelos en Las Arenas, lo cual me confirmó que la macrobiótica puede ser una alimentación muy asequible para practicarla a diario y de alta cocina si se requiere.

Cuando empezó el confinamiento me apunté a unas clases por internet que me van muy bien, no solo porque aprendo mucho, sino porque el profesor me recuerda la importancia de la Macrobiótica y la repercusión que tiene en mi salud, él me trasmite la fuerza para seguir en el empeño aunque me cueste.

Hoy ha sido un día especial e importante porque he descubierto un supermercado ecológico que han abierto en Las Arenas y me va estupendamente, ya que puedo aparcar con facilidad y tienen ciertos productos que pueden acoplarse a un régimen Macrobiótico, por lo que estoy muy contenta, es como si se hubiera abierto una ventana por la que entra aire puro, me ga tranquilizado.






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