martes, 28 de enero de 2020

TRES MIL TRECE








Del diario que publiqué ayer en Facebook como de costumbre, han florecido unos comentarios sensacionales que me han alegrado el día.
Parece ser que me expliqué de tal manera, que tuvieron que leerlo dos veces para cerciorarse de que no me había pasado de verdad lo que imaginé que tanto me asustó.
Me cuenta Begoña Zabala que Hitchcock hubiese dicho, never tell when you are alone ...
Justo lo que yo pensé un poco tarde, pero justo a tiempo.
Estoy de acuerdo con Alfred.
Se me pasaron por la cabeza todas las películas que he visto a lo largo de la vida, sobre todo las de miedo.

La semana ya está casi en la mitad y contemplo, sorprendida, que puedo hacerlo, que he podido hacerlo y que empiezo a perder ese miedo que a veces desea molestarme.
Ya estoy en marcha una vez más hacia la salud tan deseada.

Beatriz llegó encantada de la nieve aunque muy cansada, hasta tal punto que hoy al llegar a casa me ha dicho, sin dejarme entrar en su cuarto, que nos tenemos que comunicar por wasap.
Ya he contado alguna vez que tengo las defensas bajas por lo que tomar precauciones es prioritario.
Resumiendo, que ahora Beatriz está en la cama con fiebre y mejor que no nos acerquemos.
Ahora seré yo la cuidadora. 









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