jueves, 30 de enero de 2020

TRES MIL QUINCE









Cada día que pasa noto alguna pequeña mejoría que me alegra.
Hoy, por ejemplo, he notado que me apetecía caminar lo cual no solo significa que he perdido el miedo al dolor, sino que he adquirido una movilidad que había perdido.
Cuando hablo con la gente del hospital de día y me van contando los pasos que vienen a continuación, me doy cuenta de que ya estoy acercándome al final, que lo peor ya ha pasado y que lo que me espera es ir recuperando poco a poco una vida normal.
Me encantaría que me volviera el sentido del gusto porque comer sin paladar resulta aburrido.
Beatriz sigue en la cama, le ha bajado la fiebre y se encuentra mejor pero solo le apetece estar tranquila y dormir.
Le he traído la mascarilla pero no parece que se anime a visitarme.
Seguimos la comunicación por Wasap.














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