viernes, 17 de junio de 2022

CUATRO MIL SEISCIENTOS DIECINUEVE

 





Tengo tanta suerte que a veces me pasan cosas misteriosas:

Como sabéis los que me seguís, tengo el móvil en modo no molestar porque no tengo ganas ni fuerza para hablar, pues bien, estaba en mi cama medio despieza a primera hora de la mañana y cual ha sido mi sorpresa cuando he oído el sonido de mi móvil y he visto que ponía Ambulatorio Bidezabal así que he contestado porque he dado por hecho que era mi doctora de cabecera.

Efectivamente.  

Quería interesarse por mi estado actual y no me ha quedado más remedio que decirle que la pastilla tan fuerte que me recetó no me está haciendo nada y que sigo con mucho dolor, entonces ha insistido en que era demasiado suave, que tome otra y siga tomando dos cada vez, por la mañana y por la noche. 

Le he obedecido sin demasiada esperanza pero creo que me ha sentado bien porque rara vez me duermo en  la siesta y hoy he dormido y me he despertado muy descansada aunque el dolor permanece sobretodo ahora que estoy sentada.

Lo que tengo es dolor de espalda, en la cintura, nunca había tenido nada semejante, a ver si con la modalidad de dos pastillas se va calmando.




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