sábado, 8 de agosto de 2020

CUATRO MIL OCHENTA Y CINCO










Una de las cosas que más me gusta en el mundo es la capacidad que tienen algunas personas para hacer algo con nada.
Eso es lo que me ha parecido la película de Gracia Querejeta "Invisibles".
Parece mentira que tres personajes, un parque bonito y unas conversaciones basadas en situaciones más o menos comunes, hayan puesto una sonrisa en mi rostro.
No solo he estado entretenida mientras la veía sino que al terminar me he sentido de buen humor.
Me preguntaba por qué motivo tenía reparos respecto a esa directora de cine, así que he revisado su trayectoria y me he dado cuenta de que no tenía ni idea de lo que había hecho, estaba equivocada respecto a ella.
Me alegro de haber puesto orden en mis ideas.
A veces por un malentendido se me queda un pensamiento fijado en la cabeza y se convierte en un prejuicio sin una base coherente.
Detesto los prejuicios.
No me importa tener un espíritu crítico, ya sé que lo tengo, siempre que esté basado en algo que tenga sentido pero lo que no me gusta nada es ponerme en contra de algo sin saber exactamente el motivo.
Por eso suelo estudiar bastante las críticas de las películas antes de elegir la que quiero ver y eso es lo que me ha hecho decidirme por "Invisibles".
No solo tenía muy buenas críticas sino que además he aprendido un poco sobre el significado de la palabra "peripatético" y sobre la escuela Aristotélica.
Me encantan las palabras y justo esa palabra me sonaba a algo bien diferente.
¡Qué importante es no dejarse llevar por las apariencias!









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