jueves, 26 de septiembre de 2024

SEIS MIL CIENTO DOCE

 



He escuchado a Pedro Almodóvar en San Sebastián y me ha inspirado para pensar en mí misma.

Pedro hablaba de su pasión por le cine y decía que no podría pasar su vida sin hacer cine, haría películas malas pero haría cine.

He recordado que cuando yo era pequeña y me mandaron interna a Madrid, seguía convencida de que quería ser pintora, no pensaba en nada que me ofreciera tanta satisfacción como la pintura y llegué a pensar que aunque pintara mal, seguía queriendo ser pintora.

Ahora que ha pasado el tiempo y conseguí ser pintora, al no tener éxito la dejé y aunque tengo la sensación de que en un momento dado la cambié por la escritura, cuando me echaron de las clases a las que asistía para aprender a escribir se me quitó la inspiración, me sigue gustando escribir, no obstante la idea de no tener que enseñar un texto me distrae de pensar en qué puedo escribir.

Resumiendo, a veces pienso que una vida sin propósito es una vida perdida, sin embargo en seguida me doy cuenta de que mi vida tiene el más noble propósito que es el autoconocimiento, a eso entrego mi tiempo y la satisfacción que consigo es más grande que toda la que recibí cuando era pintora, no hay comparación, el autoconocimiento me da más de lo que puedo imaginarme, me da todo lo que necesito para ser feliz y además solo depende de mí.




No hay comentarios:

Publicar un comentario