domingo, 6 de diciembre de 2015

Capítulo 11_Mientras tanto en Bilbao











Desde que volvió de Biarritz, Mónica se sentía mejor.
Estuvo a gusto con su marido y se dio cuenta de que su vida era esa y no las fantasías que había elucubrado su loca cabecita de niña consentida.
La vuelta a Bilbao resultó estupenda.
La comida con Carlota muy agradable y al cabo de unos días quedaron para tomar unas ostras en “El Puertito”, un bar encantador recién inaugurado en la calle Ledesma.
Carlota estaba entusiasmada con la expo de Morquillas y no tenía otro tema de conversación.
Para Mónica eso era estupendo, ya que no quería alimentar el pensamiento de Gari, que había llegado a ser una obsesión dolorosa.
Mientras estaban tan a gusto tomando el aperitivo y bebiendo verdejo bien frío, a Carlota se le ocurrió encargarle un blog dedicado únicamente al proyecto Morquillas.
Quería que actualizase casi a diario las conversaciones que mantenía con el artista, al mismo tiempo que explicara los asuntos pendientes con el museo y los temas judiciales.
La idea le vino de repente y pensó que lo primero que tenía que hacer, era consultarlo con él, así que le llamó por teléfono.
Morquillas todavía no le había dado el sí definitivo para la exposición, pero todo hacía suponer que la respuesta sería positiva.
En cualquier caso, accedió encantado a la idea del blog y es más, dijo que se prestaría a charlar con Mónica para ponerle al día de toda le metralla que había por medio.
Quedaron en reunirse al día siguiente en “Concepto” para llegar a un acuerdo entre los tres.
Para Mónica ésta idea fue magnífica, porque habiendo visto a Carlota tan entusiasmada con la expo de Morquillas, le animó a ser partícipe del proyecto y estaba deseando conocer los pormenores y poner todo de su parte para hacer un buen trabajo.
Estaban tan contentas de lo bien que les estaban saliendo las cosas, que decidieron celebrarlo yendo a Persuade (1) para comprarse alguna ropita mona. 
Se lo merecían.
Lo bueno de Persuade es que además de tener la ropa más interesante del mundo, está abierto al mediodía, lo que es de agradecer en un Bilbao, que a pesar de estar considerada como una ciudad moderna y cosmopolita, hay muchas tiendas que todavía cierran de dos a cinco.
No hablemos de San Sebastián, en donde hasta los museos cierran al mediodía, lo cual resulta intolerable.
Solo con entrar en Persuade, enloquecieron.
Persuade es una experiencia.
No es fácil para un neófito apreciar todo lo que allí se exhibe.
La propuesta es multidisciplinar.
Hacía tiempo que Carlota intentaba vestirse con piezas de los distintos y maravillosos diseñadores que ofrecía Persuade.
Trataba de que Mónica fuera educando su excesivo “buen gusto” convencional y aunque en asuntos de vestir le costaba, no hacía tantos ascos a las extraordinarias piezas para decorar su casa de Neguri, donde vivía con su marido e invitaba a gente que sí era capaz de apreciar ciertas firmas de diseñadores conocidos.
Carlota se compró un precioso vestido de Limi Feu, la hija de Yohji Yamamoto, que era su diseñadora preferida y convenció a Mónica para que comprara una camisa blanca aparentemente normal.
Lo único que se salía de lo corriente era el precio, mas el hecho de saber que llevaba una camisa de Limi Feu, le daba seguridad en si misma.
Salieron encantadas.
Siempre que van a Persuade salen contentas e inspiradas.
A pesar de que ambas tenían bastantes cosas que hacer, decidieron dedicar la tarde a divertirse y se fueron al cine Golem en Azkuna Zentroa para ver la peli “Los ocho apellidos catalanes”.
Tiene momentos muy aburridos, pero se rieron muchísimo con Karra Elejalde y después se fueron a tomar los clásicos felipadas (2) en el bar Alameda.

A Mónica siempre le sentaba bien estar con Carlota, no solo porque se sentía a gusto con ella por ser su amiga, sino que además le abría la cabeza y le imbuía nuevas ideas.
Llegó a casa y encontró a Alonso con un ingeniero de Iberdrola, Fernando Pando, a quien ya conocía de otras ocasiones.
Necesitaban tratar un tema peliagudo y prefirieron hacerlo tranquilamente en casa de Alonso, mientras tomaban una copa.
Mónica les saludó y se fue a su cuarto para probarse la camisa.
Tuvo que reconocer que a pesar de ser una simple camisa blanca, tenía algo especial.
La combinó con una falda tubo de cuero negro que estaba sin estrenar y decidió que tenía que vestirse más moderna, porque su estilo resultaba un poco remilgado.
Carlota tenía razón.
Llega un momento en la vida en que como dicen los franceses: 

Renovarse o morir.

Recogió sus cosas y se tumbó en la cama simplemente para relajarse.
Pensó, en que a pesar de haber estado un poco alterada últimamente, la vida le sonreía.
Tenía todo para ser feliz.
Incluso la idea del pequeño feeling hacia Gari, ahora que se le habían bajado los humos y no pretendía gran cosa, aumentaba el encanto de sus días.
Se sentía capacitada para encontrarse con él y actuar con naturalidad.
Se dijo a si misma:

Me amo y me apruebo, la vida me sonríe, nado en la abundancia.

Lo repitió cuatro veces como lo recomienda Louise Hay (3)
Tenía en la mesilla el libro de las afirmaciones y le ayudaba.
Había comprobado que son poderosas y hacía uso frecuente de ellas.
Se quedó plácidamente dormida sin ni siquiera darse cuenta de que no había cenado.





1_PERSUADE - BILBAO
Arte, vanguardia y espacio son los tres pilares que definen Persuade Bilbao, una tienda multidisciplinar en la que se pueden encontrar desde las colecciones de modistos como Yohji Yamamoto, Dries Van Noten o Issey Miyake a muebles originales de los años 50 y 60.
2_Sandwiches del Bar Alameda, en Alameda Urquijo. Los inventó, cuenta la leyenda, un habitual que se llamaba Felipe
3_Louise Hay es una escritora y oradora estadounidenseconsiderada una de las figuras más representativas del movimiento del Nuevo Pensamiento y una precursora de los libros de autoayuda.

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