lunes, 19 de septiembre de 2022

CUATRO MIL SEISCIENTOS SETENTA Y NUEVE

 




Siempre tengo suerte, me pregunto por qué todavía no me rindo ante la evidencia de que el secreto está en la aceptación, sin intentar meterme y organizar las cosas a mi manera, la vida es más sabia que yo.

Andaba loca buscando un curso de escritura que me conviniera porque realmente sé que lo necesito y ya estoy apuntada en el curso de Jesús Ferrero que empieza el 25 de octubre, ya tengo la confirmación, estoy muy contenta, estoy segura de que voy a aprender mucho y de que voy a soltarme que es lo que más falta me hace. 

Escribir y leer es lo que me apetece en este momento de mi vida, incluso en el caso de que lo que me hagan en la rodilla me vaya bien, ya no estoy para grandes trotes, me siento a gusto en casa, solo me gustaría encontrarme mejor para tener más orden y un poco más de inspiración al escribir pero tampoco quiero pedir peras al olmo, las secuelas de la leucemia están ahí y eso no se puede negar, mi cabeza no es la misma, solo mi corazón permaneces en su sitio.




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